Posteado por: lanuevaargentina | diciembre 3, 2011

“EL DIA DEL MEDICO”

3 DE DICIEMBRE

LA ASOCIACION NUEVA ARGENTINA

RECUERDA

“EL DIA DEL MEDICO”

“EL DIA DEL MEDICO”

Un médico es un profesional que practica la medicina, que intenta mantener y recuperar la salud humana mediante el estudio, el diagnóstico y el tratamiento de la enfermedad o lesión del paciente. Se dice que: «El médico pocas veces cura, algunas alivia, pero siempre debe consolar». En la lengua española, de manera coloquial, se denomina también doctor a estos profesionales, aunque no hayan obtenido el grado de doctorado.

La Asociación Nueva Argentina, a través de su Presidente el Licenciado Ángel Walter Arjona, recuerda en esta oportunidad EL DÍA DEL MÉDICO. Expresando que el médico es un profesional altamente cualificado en materia sanitaria, que es capaz de dar respuestas generalmente acertadas y rápidas a problemas de salud, mediante decisiones tomadas habitualmente en condiciones de gran incertidumbre, y que precisa de formación continuada a lo largo de toda su vida laboral.

Sin lugar a dudas se trata de una de las profesiones indispensables para la subsistencia de la especie por ello conmemoramos este día con gran alegría felicitando a todos los médicos del país.

Muchos países latinoamericanos celebran el Día del Médico en el aniversario del nacimiento del Dr. Finlay. El hecho de que su trabajo investigativo, llevado a cabo hace casi un siglo tenga vigencia hoy, pone a este científico en una categoría a la que pocos llegan: la categoría de aquellos reconocidos como modelo de futuras generaciones.

El trabajo de Carlos J. Finlay «El mosquito, hipotéticamente considerado como el agente transmisor de la fiebre amarilla», es un clásico de la salud pública y se publicó por vez primera en 1881 en los Anales de la Real Academia de Ciencias de La Habana.

Juramento hipocrático

«Juro por Apolo el Médico y Esculapio por Hygeia y Panacea y por todos los dioses y diosas, poniéndolos de jueces, que éste mi juramento será cumplido hasta donde tengo poder y discernimiento.

A aquel quien me enseñó este arte, le estimaré lo mismo que a mis padres; él participará de mi mantenimiento y si lo desea participará de mis bienes.

Consideraré su descendencia como mis hermanos, enseñándoles este arte sin cobrarles nada, si ellos desean aprenderlo.

Instruiré por concepto, por discurso y en todas las otras formas, a mis hijos, a los hijos del que me enseñó a mí y a los discípulos unidos por juramento y estipulación, de acuerdo con la ley médica, y no a otras personas.

Llevaré adelante ese régimen, el cual de acuerdo con mi poder y discernimiento será en beneficio de los enfermos y les apartará del prejuicio y el terror.

 A nadie daré una droga mortal aún cuando me sea solicitada, ni daré consejo con este fin.

De la misma manera, no daré a ninguna mujer supositorios destructores; mantendré mi vida y mi arte alejado de la culpa.

No operaré a nadie por cálculos, dejando el camino a los que trabajan en esa práctica.

A cualesquier cosa que entre, iré por el beneficio de los enfermos, obteniéndome de todo error voluntario y corrupción, y de la lasciva con las mujeres u hombres libres o esclavos.

Guardaré silencio sobre todo aquello que en mi profesión, o fuera de ella, oiga o vea en la vida de los hombres que no deban ser público, manteniendo estas cosas de manera que no se pueda hablar de ellas.

Ahora, si cumplo este juramento y no lo quebranto, que los frutos de la vida y el arte sean míos, que sea siempre honrado por todos los hombres y que lo contrario me ocurra si lo quebranto y soy perjuro.»

Equipo de Redacción

Asociación Nueva Argentina


Deja un comentario

Categorías